El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que revocará los permisos otorgados a varias petroleras extranjeras para exportar crudo y derivados de Venezuela, en una medida que afecta a empresas como la española Repsol, la italiana Eni, la francesa Maurel & Prom, la estadounidense Global Oil Terminals y la india Reliance Industries.
Estas empresas, que habían recibido autorizaciones especiales por parte del gobierno estadounidense durante la administración de Joe Biden para operar con petróleo venezolano, deberán liquidar sus operaciones en Venezuela antes de finales de mayo de 2025.
La decisión se enmarca dentro de una serie de sanciones económicas más amplias contra el gobierno venezolano liderado por Nicolás Maduro. Estas medidas buscan intensificar el aislamiento de Venezuela en el ámbito económico, particularmente en el sector energético.
Trump había anunciado previamente un arancel del 25% sobre cualquier país que compre petróleo o gas venezolano, un paso que complica aún más las operaciones de estas petroleras. Aunque Repsol y Reliance Industries habían solicitado autorización para operar en Venezuela sin infringir las sanciones, su situación se ve ahora afectada por la nueva revocación de licencias.
La respuesta desde Caracas no se ha hecho esperar. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó las medidas y declaró que “los que pierden son ellos” y que Venezuela “no es un país subordinado a las decisiones de Estados Unidos”.
Además, la administración venezolana continúa su plan por fomentar relaciones comerciales alternativas, “basadas en el respeto y la cooperación”, como lo expresó Maduro en un mensaje a través de su canal en Telegram. En cuanto a la situación financiera de Repsol, la compañía tiene una exposición patrimonial en Venezuela que asciende a 467 millones de euros, aunque las dificultades geopolíticas y económicas del país han obligado a la empresa a aumentar sus provisiones por riesgo de impago.