El ministro de Economía de francés, Éric Lombard, ha afirmado este martes en París que las tensiones comerciales con Estados Unidos “deberían impulsar la firma del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur”.
Tras reunirse con su homólogo brasileño, Fernando Haddad, Lombard ha señalado que “las condiciones no están reunidas aún para cerrar el pacto”, pero destaca “la necesidad de avanzar en la negociación”. El Elíseo ha condicionado su apoyo a la incorporación de medidas que “garanticen el cumplimiento de estándares medioambientales y agrícolas europeos”.
Por su parte, Brasil insiste en la importancia del acuerdo, no solo en términos comerciales, sino también como herramienta para reforzar las relaciones políticas entre los bloques. Haddad subraya que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, es un “entusiasta” del pacto y que este “ayudaría a evitar una división global en bloques comerciales enfrentados”.
La postura de francesa representa un giro 180 grados respecto a su resistencia previa al acuerdo, en un contexto marcado por la incertidumbre sobre los aranceles que el gobierno de Donald Trump planea imponer a las exportaciones europeas.
Este cambio de postura del Ejecutivo de Emmanuel Macron es significativo porque podría desbloquear un acuerdo que ha estado en discusión durante más de dos décadas por el veto francés. La UE y el Mercosur buscan consolidar relaciones económicas en un momento en que la rivalidad entre Estados Unidos y China redefine el comercio internacional. Además, la postura de los galos refleja cómo las tensiones comerciales globales pueden alterar estrategias estatales en temas de política económica y diplomacia comercial.