El ministro de Relaciones Exteriores de Somaliland, Abdirahman Dahir Adan, ha declinado la iniciativa del gobierno somalí, señalando que “no evitará que Somaliland logre reconocimiento internacional”. Según un informe del medio Semafor, los somalíes ofrecieron a Estados Unidos el control de puertos estratégicos en un aparente intento de disuadirlo de reconocer la independencia de Somaliland. Sin embargo, Somalia no controla directamente estas infraestructuras, lo que hace que la propuesta tenga poco valor político.
Este movimiento sucede en un contexto geopolítico complejo. Desde 1991, Somaliland opera como un Estado de facto independiente de Somalia, con su propio gobierno, moneda y fuerzas armadas, aunque no ha sido reconocido internacionalmente.
Por otro lado, Washington ha considerado reconocer a Somaliland como parte de su estrategia para contrarrestar la creciente influencia de China en el Cuerno de África, puesto que la región del Golfo de Adén es una ruta clave del comercio mundial y un punto estratégico en la rivalidad entre potencias globales, lo que hace que el control de sus puertos sea un tema de interés internacional.
Por tanto, aunque este conflicto sea por lo general desconocido en Occidente, la disputa entre Somalia y Somaliland tiene implicaciones tanto para la geopolítica del Cuerno de África como para la influencia de actores globales como Estados Unidos y China en la región. Un eventual reconocimiento de Somaliland por parte de diferentes actores internacionales podría redefinir las alianzas y las correlaciones de fuerzas en África Oriental.