Según los análisis del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el año pasado, 2024, fue el más caluroso registrado en la historia de Europa. Superando el récord de 2020 (en 0,3 grados), las temperaturas medias del año pasado fueron 1,5 grados más altas que en el periodo 1991-2000. Según los expertos, en comparación con la velocidad global, el proceso de calentamiento en Europa se está produciendo el doble de rápido. El año pasado, por ejemplo, el 45% de los días fueron mucho más calurosos que la media global.
En el centro, este y sureste de Europa, las temperaturas del año pasado batieron todos los récords anteriores, y en algunos lugares se detectaron anomalías de 2-3 grados. El sur del Estado español es una de las zonas marcadas en rojo, y los investigadores han prestado especial atención al fenómeno de la DANA ocurrido el año pasado. De hecho, recordaron que al menos 335 personas murieron y 413.000 sufrieron daños, y que se batieron récords de precipitaciones en el Estado español en periodos de una hora, seis horas y 24 horas.
Además del clima, también se han fijado en la temperatura del mar en los estudios, y han concluido que la temperatura del agua del mar en Europa fue más alta que nunca en 2024. De media, las mediciones aumentaron 0,7 grados, y destacaron el caso del Mediterráneo, donde el incremento fue de 1,2 grados. Los investigadores han advertido que unas temperaturas más altas en la atmósfera y en la superficie marina provocan la acumulación de vapor de agua, lo cual incrementa la intensidad de las precipitaciones. Esta es, por tanto, una de las consecuencias del cambio climático.