La tarde del miércoles 16 de abril, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires dispersó con gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes que se había concentrado frente al Congreso Nacional. La protesta, protagonizada principalmente por personas jubiladas y apoyada por organizaciones sociales, terminó con varios detenidos y heridos. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) denunció que también se atacó a trabajadores de medios de comunicación que cubrían la movilización. Según relató el diario Página/12, los agentes obligaron a los manifestantes a replegarse sobre la acera mediante el uso de la fuerza.
Una de las personas detenidas fue identificada como Marcelo Huerta, según informó en directo la periodista Lula González. Las concentraciones de los miércoles se repiten desde hace semanas y exigen la actualización de las pensiones mínimas a 1,2 millones de pesos mensuales, la devolución del 100 % de los descuentos en medicamentos y la renovación de la ley de moratoria previsional. “Vamos a seguir apoyando, cubriendo y denunciando”, declaró SiPreBA en sus redes sociales. Desde la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) señalaron que seguirán movilizándose “hasta conseguir jubilaciones dignas”.
Los hechos se suman a otro episodio de represión ocurrido el 12 de marzo, cuando el fotógrafo Pablo Grillo resultó gravemente herido tras recibir el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza disparado por un agente de Gendarmería Nacional. Según recogió Tiempo Argentino, Grillo fue sometido el miércoles a una segunda intervención quirúrgica en el Hospital Ramos Mejía y permanece ingresado en la UCI.