El transporte y almacenamiento fue el sector con más muertes laborales registradas en 2024 en el Estado español, según datos provisionales del Ministerio de Trabajo: 138 fallecimientos durante la jornada, 15 más que el año anterior. La incidencia de muertes por cada 100.000 trabajadores ascendió a 12,6, solo superada por la industria extractiva (27,7 con seis muertes).
Dentro del sector, el transporte terrestre concentró el 84% de los casos. La cifra supera a las de la construcción (135 muertes) y la industria manufacturera (94), situando al transporte como el entorno laboral más letal en términos absolutos.
Las condiciones en el sector son cuestionadas por trabajadores y sindicatos. Conductores relatan accidentes graves derivados, según afirman, del mal estado de los vehículos o de jornadas extenuantes. “Mucha gente deja el camión por miedo a sufrir un accidente”, asegura uno de ellos en El País. Apuntan a la presión por la inmediatez en el reparto como una de las causas del aumento de la siniestralidad: “Llevan al personal a trabajar a destajo, sin los tiempos de descanso reglamentarios”, asegura un sindicalista. También critican fenómenos como la “uberización del transporte”.
La patronal del sector, representada por José María Quijano, secretario general de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), sostiene que “el riesgo cero no existe” y que “si comparas las muertes con la cantidad de personas que trabajan en el sector, las cifras son irrisorias”. Quijano defiende los avances tecnológicos y formativos como “factores que han mejorado la seguridad”. Sin embargo, la estadística de siniestralidad de Trabajo muestra un empeoramiento sostenido desde 2022 (con 118 muertes) hasta los 138 fallecimientos de 2024, en contraste con los datos de la Dirección General de Tráfico, que reflejan una tendencia opuesta hasta 2023.
Mientras tanto, el salario medio del sector se sitúa por debajo del promedio estatal (2.179 euros frente a 2.273, según el INE), en un entorno laboral donde muchos empleados denuncian fatiga, enfermedades crónicas y dificultades para conciliar vida laboral y personal.