El Gobierno de Alemania ha rebajado en tres décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2025, situándolo en el 0 %, según anunció este jueves el ministro de Economía en funciones, Robert Habeck, en una rueda de prensa recogida por EFE.
Habeck atribuyó esta revisión principalmente a “la política de aranceles del Gobierno de Donald Trump en EEUU” y a la inestabilidad interna tras el colapso de la coalición gubernamental. El Ejecutivo alemán espera una “recuperación económica” en 2026: con un crecimiento estimado del 1 %. Este escueto crecimiento sería impulsado, además, por un fondo especial de inversiones de 500.000 millones de euros aprobado mediante una reforma constitucional.
La caída de la actividad afecta especialmente a la economía alemana, altamente dependiente de las exportaciones, según explicó Habeck. Además, señaló como “prioritario” para el próximo Gobierno diversificar las relaciones comerciales: “No podemos caer en el error de comprarle todo a China y luego sorprendernos de que se nos puede chantajear. Tampoco basta cambiar el gas de Putin por el gas de Trump”.
El ministro advirtió que Alemania y Europa “deben alcanzar mayor independencia en sectores estratégicos”, como la inteligencia artificial. El pronóstico de primavera del Gobierno alemán también anticipa una caída del empleo y un aumento del paro en 2025, mientras la inflación podría descender por debajo del 2 %.
En paralelo, el Bundesbank advirtió en su boletín mensual que “la actividad económica en Alemania puede haber aumentado algo en el primer trimestre, pero podría sufrir un revés en el segundo” a consecuencia de los aranceles estadounidenses.
Por su parte, la gerente general de la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK), Helena Melnikov, calificó la situación de “delicada” y pidió que el futuro Ejecutivo “busque una solución dentro de la Unión Europea” para resolver la disputa comercial con Estados Unidos.