El jueves pasado, los sindicatos CCOO y UGT presentaron sus respectivos informes sobre la salud y la siniestralidad laboral en Catalunya, destacando cifras “preocupantes”. Según los datos, en 2024, 108 trabajadores perdieron la vida mientras trabajaban: 82 durante la jornada laboral y 26 en accidentes ocurridos en trayectos de ida o vuelta al trabajo. Los informes se basan en las cifras proporcionadas por el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat.
Aunque la cifra de accidentes mortales en 2024 muestra una ligera disminución en comparación con el año anterior, cuando se registraron 15 muertes más, el número total de accidentes laborales alcanzó los 206.980, manteniéndose prácticamente estable respecto a 2023 (un descenso del 0,6%).
Según Mònica Pérez, responsable de Salud Laboral de CCOO Catalunya, esta disminución se debe a la falta de bajas médicas, señalando que Catalunya es la región con más infranotificación de enfermedades profesionales. Además, a pesar de la reducción en las muertes, se registraron 9 accidentes graves más (+1,60%) y el número de accidentes con baja se mantuvo “muy estable” con una leve caída del -0,82%.
La situación no mejora en 2025. Desde CCOO alertan que la incidencia de mortalidad laboral en Catalunya está aumentando, con un incremento del 6,23% según los datos de febrero. Un ejemplo trágico de esta situación ocurrió el 25 de abril, cuando un trabajador de 41 años murió electrocutado mientras realizaba tareas de desmontaje en la Zona Franca.
El trabajador formaba parte de una empresa subcontratada por EBRO Factory, que se desentendió del incidente alegando que el operario “no formaba parte de su plantilla”. Este hecho resalta una vez más que la externalización de servicios, una medida orientada a reducir costes, diluye las responsabilidades empresariales en términos de salud y seguridad, poniendo en riesgo las condiciones laborales y la integridad de la clase trabajadora.