El bloqueo total impuesto por el Estado de Israel sobre la Franja de Gaza entra hoy en su día número 60, en medio de intensos bombardeos y un deterioro humanitario extremo. Desde el 2 de marzo, no ha ingresado ningún suministro de alimentos, agua o medicinas al enclave.
Según la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza, 52 personas —incluidos 50 niños— han muerto por hambre, y más de 65.000 menores han sido tratados por desnutrición severa. El Ministerio de Salud gazatí eleva a 52.365 el número de muertos confirmados por los ataques israelíes, mientras que otras cifras difundidas por el gobierno local estiman más de 61.700 fallecidos, incluyendo miles de desaparecidos bajo los escombros.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) comenzó el 28 de abril una evaluación técnica del hambre en Gaza con participación de más de 50 analistas de agencias de Naciones Unidas y organizaciones humanitarias.
La ONU aún no ha declarado formalmente una hambruna, pero el sistema IPC advierte que el territorio enfrenta “riesgo elevado” de alcanzar esa categoría. La Red de ONG Palestinas (PNGO) advirtió a Reuters que las últimas cocinas comunitarias en funcionamiento podrían cerrar “en cuatro o cinco días” si no se permite el ingreso de ayuda. La organización Amnistía Internacional acusó al Estado de Israel de estar cometiendo un “genocidio retransmitido en directo”, señalando violaciones del Convenio para la Prevención del Genocidio.
En paralelo, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha afirmado que la solución de dos Estados está “en riesgo de desaparecer”, en referencia al bloqueo y la escalada militar, según recoge Al Jazeera. El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, pidió “una acción internacional concertada” para evitar que la catástrofe humanitaria “alcance un nivel sin precedentes”.
Mientras tanto, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) continúa sus audiencias sobre las responsabilidades humanitarias del Estado de Israel como potencia ocupante, y tanto Reino Unido como Qatar han solicitado “el restablecimiento inmediato de la tregua”.