La economía de Estados Unidos registró una contracción en el primer trimestre de 2025, la primera desde 2022, según datos publicados este miércoles. La caída se produce en paralelo a un aumento histórico de importaciones previo a la entrada en vigor de nuevos aranceles impulsados por el presidente Donald Trump.
A pesar de esta contracción, el gasto de los consumidores repuntó y algunos indicadores de inflación se moderaron, lo que avivó las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) pueda reducir los tipos de interés antes de lo previsto, tal como recoge Bloomberg.
“La Fed es ahora más proclive a intervenir pronto con recortes para apoyar a una economía debilitada”, declaró Fawad Razaqzada, analista de City Index y Forex.com. En el mercado de derivados, los operadores incrementaron sus apuestas por hasta cuatro reducciones de un cuarto de punto antes de fin de año, con la primera plenamente descontada para julio.
El economista Krishna Guha, de Evercore, señala en Bloomberg que los datos “plantean un dilema” a la Fed, que deberá decidir si espera a tener más claridad o actúa en junio para evitar mayores riesgos. Según Neil Dutta, de Renaissance Macro Research, “la incertidumbre es enemiga tanto del crecimiento como de los recortes de tipos”.
En paralelo, los mercados financieros experimentaron una alta volatilidad. El S&P 500 borró una caída del 2% en una sola sesión —algo que no ocurría desde 2022— mientras compañías como Microsoft y Meta reportaron ingresos por encima de lo previsto.
Sin embargo, la Bolsa acumula tres meses consecutivos de pérdidas y el dólar cerró su peor mes desde hace tres años. Louis Navellier, de Navellier & Associates, advirtió que “si los acuerdos comerciales se anuncian pronto, aumentará el optimismo; si se demoran, el daño a las cadenas de suministro podría generar un escenario de estanflación”.