El Gobierno de Haití ha declarado este viernes el estado de emergencia en todo el país durante un periodo de tres meses, como parte de “un paquete de medidas aprobado en Consejo de Ministros para enfrentar el deterioro de la seguridad”, según EFE.
En un comunicado difundido a través de redes sociales, las autoridades haitianas afirman que “dada la magnitud de la situación, es imperativo decretar una gran movilización de los recursos y medios institucionales del Estado”. Esta decisión ha sido adoptada en una sesión encabezada por el presidente del Consejo Presidencial de Transición, Fritz Alphonse Jean, junto al primer ministro Alix Didier Fils-Aime.
Como parte de las medidas anunciadas, se ha dispuesto la creación de la Agencia Nacional de Seguridad (ANS), que tendrá la responsabilidad de coordinar labores de inteligencia y contrainteligencia, así como la centralización y análisis de información sobre “seguridad nacional”.
Esta decisión se produce en un contexto de escalada de violencia. Según datos publicados esta semana por la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH), al menos 1.617 personas murieron y 580 resultaron heridas entre enero y marzo de 2025 en episodios de violencia protagonizados por grupos armados, civiles no organizados, grupos de autodefensa y fuerzas policiales. BINUH también documentó 161 secuestros y 80 ejecuciones extrajudiciales en ese periodo.
El mismo viernes, el Departamento de Estado de Estados Unidos designó como “organizaciones terroristas” a la coalición Viv Ansanm y a la pandilla Gran Grif, ambas activas en Puerto Príncipe. En un comunicado, el secretario de Estado Marco Rubio afirmó que estos grupos “son una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos y a nuestros intereses en la región”.
Viv Ansanm se formó en 2023 como una alianza entre las principales bandas urbanas G-9 y G-Pép, que ejercen un amplio control territorial en la capital haitiana desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.