La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas, defendió este martes la continuidad del acuerdo de diálogo político y cooperación con la República de Cuba durante un debate en el Parlamento Europeo, a pesar de las críticas sobre “la falta de avances en derechos humanos” y “las tensiones políticas internas” de la isla.
Kallas reconoció que muchos consideran que el acuerdo “no ha generado los resultados esperados”, pero subrayó que “los objetivos de este acuerdo siguen siendo relevantes para promover la reforma, fomentar el respeto de los derechos humanos y acompañar la modernización económica y social de Cuba”, especialmente en el contexto de una “grave crisis económica” y “la inestabilidad global”.
Ante las peticiones de suspender el acuerdo, impulsadas por grupos como el Partido Popular y Vox, debido a la percibida “situación negativa de los derechos humanos” en la isla, Kallas recalcó que el pacto, firmado en 2016, “no tiene nada que ver con que el país, el pueblo, decida un enfoque democrático o no”.
“El acuerdo nos proporciona un marco estructurado”, añadió, destacando que se trata de “una herramienta para abordar tanto los puntos de acuerdo como las diferencias”, especialmente en cuestiones como los “derechos humanos” y la guerra de Ucrania.
La diplomática estonia también afirmó que “todos estamos de acuerdo en que los ciudadanos cubanos deben poder expresarse libremente y sin miedo”, y señaló “la necesidad de promover un compromiso basado en nuestros valores e intereses”.
Kallas también hizo un llamado a tener en cuenta el contexto geopolítico, mencionando los lazos históricos de La Habana con Moscú. A pesar de que Cuba mantiene una relación cercana con el gobierno de Vladimir Putin, se ha abstenido en seis votaciones de la ONU sobre la guerra de Ucrania.
La alta representante concluyó que el acuerdo sigue siendo la “mejor baza de la Unión Europea” para “promover sus valores y defender sus intereses” en la isla, al tiempo que señaló que también sirve para “contrarrestar la influencia de otros actores globales”.
Según la alta representante, el pacto ha contribuido a “avances”, como las reformas constitucionales de 2019, la adopción de una nueva ley de familia y el impulso del sector privado en Cuba.