Un análisis de las declaraciones patrimoniales publicadas por el Congreso de los Diputados revela que 17 diputados del Partido Popular (PP), 15 del PSOE, dos de Vox y dos de Junts poseen acciones en bancos como Banco Santander, Caixabank, BBVA o Banco Sabadell, según la información recopilada por Público y los datos oficiales de la Cámara.
Aunque la mayoría de estas participaciones son de cuantía “limitada”, en el PP 11 diputados superan los 10.000 euros en acciones, y dos de ellos declaran más de 300.000 euros cada uno. En el PSOE, cuatro diputados superan los 10.000 euros en acciones bancarias. En el caso de Sumar, Agustín Santos Maraver declara más de 100.000 euros en acciones de empresas cotizadas, mientras que en el PNV, Mikel Legarda figura con 126.667 euros en acciones.
En el sector energético, cuatro diputados del PSOE cuentan con participaciones en compañías como Iberdrola, Endesa, Enagás y Repsol, frente a un único diputado del PP. Entre los del PSOE, destacan Artemi Rallo, con acciones en Iberdrola y Endesa valoradas en 11.780 euros, y Caridad Rives, con participaciones en Enagás y Repsol.
La suma de diputados con acciones en empresas del Ibex-35 es de al menos 19 en el PSOE, aunque en algunos casos no se detalla la empresa concreta en la declaración de bienes. Por su parte, los diputados de Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya, Unión del Pueblo Navarro y Bloque Nacionalista Galego no reflejan inversiones en banca ni en el sector energético.
Respecto a Vox, la falta de transparencia en algunas declaraciones dificulta el rastreo completo de las inversiones, pero al menos tres diputados de la formación de extrema derecha han declarado acciones en entidades bancarias, según Público.
En Junts per Catalunya, dos diputados tienen participaciones en Caixabank, y en EH Bildu, Oskar Matute declara una inversión de unos 1.500 euros en Norbolsa, dedicada a servicios financieros.
El análisis confirma que la presencia de inversiones en sectores estratégicos está repartida entre varios grupos parlamentarios, aunque la mayoría de los importes son “reducidos” en comparación a las cuantías habituales en las esferas financieras, y en algunos casos no se especifica la empresa concreta o el precio exacto de las participaciones.