El Banco Popular de China ha reducido en medio punto porcentual el porcentaje de dinero que los bancos están obligados a mantener en reserva, una medida que permitirá inyectar aproximadamente un billón de yuanes (unos 138.000 millones de dólares) en el sistema financiero del país.
Según informa el diario oficial Global Times, esta es la primera bajada de este tipo en lo que va de 2025 y tiene como objetivo “apoyar la economía china facilitando que los bancos presten más dinero”.
El gobernador del banco central, Pan Gongsheng, explicó que esta decisión forma parte de un conjunto más amplio de políticas para “reforzar la regulación económica” y estimular la actividad.
Por ejemplo, las empresas dedicadas a financiar la compra de coches o a arrendar maquinaria no tendrán que guardar dinero en reserva, lo que les permitirá ofrecer más crédito a consumidores y empresas.
Además, se ha reducido el tipo de interés a corto plazo para los bancos, lo que podría traducirse en préstamos más baratos para las familias y las empresas.
Estas medidas llegan en un momento en que China busca impulsar la demanda interna y mantener la estabilidad financiera frente a las incertidumbres económicas internacionales.
Según el economista jefe del Instituto Guangkai, Lian Ping, esta inyección de liquidez servirá para “acelerar los ajustes necesarios en la economía” y “reducir los costes de los bancos”, lo que facilitaría la concesión de créditos y reactivaría el consumo.