Según la Encuesta de Población Activa (EPA), hay 101.200 personas más integradas en la población activa en el Estado español. Sin embargo, este incremento solo ha absorbido el 9% de los 92.500 empleos destruidos durante el primer trimestre de 2025, lo que ha dado lugar a un aumento de 193.700 personas en situación de desempleo. Así, la tasa de paro ha subido 0,75 puntos, hasta el 11,36%, y el total de personas desempleadas se sitúa oficialmente en 2.789.200.
El retroceso se ha notado sobre todo en el sector servicios, donde se han perdido 112.300 empleos. En cambio, en la agricultura se han creado 25.000 nuevos puestos de trabajo. En línea con la tendencia observada en Hego Euskal Herria (País Vasco sur), 4.400 trabajadores del sector industrial han pasado a estar oficialmente en paro.
Además, las diferencias según el tipo de jornada laboral llaman la atención. En términos netos, se han destruido 109.400 empleos a jornada completa, mientras que se han creado 16.900 a tiempo parcial, lo que confirma una tendencia general a la precarización.
En cuanto al tipo de contrato, se han perdido 90.000 empleos asalariados: 9.800 indefinidos y 80.200 temporales. Por otro lado, el número de trabajadores autónomos ha aumentado en 1.400 personas.
En lo que respecta a la nacionalidad, hay 147.900 personas desempleadas más nacidas en el Estado español y 45.800 más nacidas en el extranjero. Aunque estas últimas representan solo el 15,1% del total de la fuerza de trabajo disponible, la tasa de paro entre ellas se ha más que duplicado en comparación con la de quienes nacieron en el Estado español.
Por último, la situación de las familias ha empeorado en general. El número de hogares donde todos los miembros activos están en paro ha aumentado en 49.500 durante este trimestre, alcanzando los 882.900, un 5,9% más que el año pasado. E
n cambio, hay 121.700 hogares menos en los que todos sus miembros trabajan, situándose el total en 11.781.700.