Huelga indefinida masiva en villavesas de Iruñerria, servicios mínimos abusivos y mediación de la Mancomunidad

CCOO, UGT y LAB intentaron frenar la huelga de conductores a las puertas de Sanfermines, pero la plantilla rechazó la propuesta de la dirección.

Movilización sindical de los trabajadores de las villavesas de Iruñerria, imagen de archivo.
Foto: EITB

Los trabajadores del transporte urbano de Iruñerria (Nafarroa) han decidido mantener la convocatoria de huelga y ayer iniciaron el paro indefinido, un día más tarde de lo previsto. En las horas punta los servicios mínimos serán del 60% y el resto del tiempo del 40% (la Mancomunidad quiere imponer un 70% para Sanfermines), pero este miércoles el servicio ha comenzó más tarde de lo habitual debido a la acción de los piquetes.

Los trabajadores denuncian que los servicios mínimos impuestos —del 60% en horas punta y 40% en horas valle, con intención de elevarlos al 70% durante las fiestas— vulneran el derecho a huelga y garantizan a la empresa el funcionamiento casi normal del servicio.

En principio, la huelga iba a comenzar el martes, pero unas horas antes la empresa TCC Moventis (encargada del servicio de autobuses) hizo una última oferta para el convenio laboral, con el objetivo de evitar el paro. Sin embargo, la mayoría del comité de empresa decidió finalmente someter la propuesta a referéndum ayer, por imposición de los sindicatos UGT, CCOO y LAB.

Según denuncia la Asociación de Trabajadores del Transporte Urbano (ATTU), todos los representantes de UGT apoyaron desde el principio aceptar la oferta de la empresa y desconvocar la huelga; la mitad de los representantes de CCOO mantuvo la misma postura, y LAB facilitó que hubiera mayoría al permitir que uno de sus dos delegados votara a favor de suspender la huelga y tener en cuenta la oferta empresarial.

Como consecuencia de que la burocracia sindical convocara a la plantilla a referéndum, la huelga no comenzó según lo previsto. Sin embargo, según denuncian los trabajadores, la última oferta de la empresa era prácticamente igual a las que ya habían sido rechazadas hasta ahora. Así, en la votación de ayer, la mayoría de la plantilla (un 64%) rechazó la propuesta de la dirección y optó por la huelga indefinida. Por tanto, finalmente, ayer iniciaban el paro, que este jueves cumple su segundo día.

Ante la magnitud del conflicto y el impacto en miles de usuarios, la Mancomunidad de Iruñerria ha anunciado que mediará entre la empresa y el comité, citando a ambas partes a una reunión este viernes con el objetivo de desbloquear la negociación. Mientras tanto, el comité —integrado por UGT, CCOO, ELA, LAB y ATTU— ha convocado una manifestación este sábado para exigir la mejora de las condiciones laborales y denunciar la imposición de servicios mínimos abusivos, en un contexto de fuerte movilización y unidad de la plantilla

Movilizaciones desde febrero

Los trabajadores de las villavesas llevan movilizándose desde febrero para reclamar “un convenio digno”. Son unos 500 empleados. Entre otras cosas, exigen que los salarios suban según el IPC, garantías para cubrir las bajas al 100%, reducción de la jornada laboral, mejora del sistema de turnos y regulación de los descansos.