85.000 toneladas de bombas sobre Gaza disparan los beneficios de la industria armamentística y tecnológica

Un informe de la ONU detalla el negocio multimillonario a costa del genocidio que Israel está llevando a cabo contra el pueblo palestino.

Mujeres y niñas palestinas lloran la pérdida de seres queridos por los ataques israelíes.
Foto: @Timesofgaza (X)

La ofensiva genocida israelí sobre Gaza ha dejado una cifra estremecedora: más de 85.000 toneladas de bombas arrojadas sobre el enclave palestino, seis veces el poder destructivo de la bomba de Hiroshima. La magnitud del daño humano es proporcional al beneficio económico que genera: según el último informe de la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, el genocidio está generando beneficios récord para la industria armamentística, tecnológica y financiera internacional.

El informe, presentado ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, documenta cómo bancos, aseguradoras, fondos de inversión y gigantes tecnológicos como IBM, Microsoft, Google, Palantir y Amazon participan y se lucran de la economía de la ocupación y el exterminio en toda Palestina, especialmente a costa de Gaza. Solo en los últimos veinte meses, la Bolsa de Tel Aviv ha visto dispararse un 213% las ganancias, y en junio de 2025 el mercado bursátil israelí generó 76.800 millones de dólares en beneficios.

Las exportaciones militares israelíes han batido récords en 2024, alcanzando los 13.000 millones de euros, más de la mitad vendidos a países europeos. El propio ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha reconocido que este éxito comercial es consecuencia directa de la ofensiva en Gaza, convertida en un laboratorio para el complejo militar-industrial israelí.

El informe también señala la implicación de empresas occidentales y la participación de la firma vasca CAF en el tranvía que conecta Jerusalén (Palestina) con los nuevos asentamientos ilegales de Cisjordania, así como la promoción de viviendas en nuevas colonias por plataformas como Airbnb y Booking. Albanese denuncia que “la economía del genocidio” es tan estructural y global que resulta imposible de corregir sin una acción internacional contundente.

Mientras tanto, la matanza continúa: solo en las últimas 48 horas, los hospitales de Gaza han registrado al menos 300 palestinos asesinados, varios de ellos masacrados mientras intentaban recibir ayuda humanitaria o se refugiaban en campamentos tras ser desplazados por los bombardeos.

La relatora de la ONU exige sanciones internacionales y el fin de la complicidad empresarial y estatal con el genocidio palestino, subrayando que la responsabilidad alcanza a todos los actores que se benefician, directa o indirectamente, de la destrucción y el sufrimiento en Gaza.