250 millones de trabajadores paralizan India en una de las mayores huelgas de la historia

Diez sindicatos impulsan el paro nacional con 17 demandas laborales y políticas contra las reformas económicas y la represión del Gobierno.

Imagen de archivo de trabajadoras indias durante una protesta.
Foto: vía neaprooptiki.gr

La India vive este miércoles su primera huelga general del año, convocada por un foro de diez de las mayores centrales sindicales del país, entre ellas CITU, INTUC y AITUC, aunque también participan organizaciones de agricultores y estudiantes, ampliando el alcance de las protestas. El paro, que afecta principalmente al sur y al este del país, en estados como Kerala, Odisha, Bengala Occidental y Tamil Nadu, ha sido secundado por alrededor de 250 millones de trabajadores y trabajadoras de sectores clave: banca, seguros, minería de carbón, transporte, manufactura y refinerías de petróleo.

La huelga, conocida como ‘Bharat Bandh’ (“Cierre de la India”), responde a 17 demandas, entre las que destacan la supresión de los contratos temporales, la jornada laboral de ocho horas y reformas en el sistema de pensiones. Los sindicatos también protestan contra las recientes políticas económicas del Gobierno de Narendra Modi, que —según denuncian— han incrementado el desempleo, los precios de productos básicos y la precariedad salarial.

Tabla de reivindicaciones

  • Eliminación de contratos de trabajo temporales y la implementación de jornadas laborales de ocho horas.
  • Reformas en el sistema de pensiones para garantizar mejores condiciones.
  • Oposición a las políticas económicas antiobreras, antigranjeros y procorporativas del Gobierno, como la privatización de empresas estatales (ferrocarriles, Air India y Bharat Petroleum) y reformas laborales que abaratan despidos y promueven empleos precarios.
  • Aumentos salariales, control de precios de productos básicos y medidas contra el desempleo.
  • Demanda de precios mínimos garantizados para cultivos agrícolas, apoyada por organizaciones de agricultores.
  • Oposición a la Ley de Enmienda de Ciudadanía (CAA) y otras políticas discriminatorias y de persecución, especialmente contra minorías religiosas.

En el centro de las críticas están los nuevos códigos laborales aprobados por el Parlamento indio, que ponen en el punto de mira al movimiento obrero, dificultan la negociación colectiva y despenalizan la violación de las ya de por sí escasas leyes laborales, según denuncian los representantes de los trabajadores.

Impacto

La jornada de huelga se desarrolla con manifestaciones masivas en varias ciudades y una amplia movilización de proletarios rurales y urbanos, que exigen la retirada de las reformas y la protección de sus derechos fundamentales.

Desde primeras horas de la mañana se reportan bloqueos de carreteras y rutas ferroviarias, cierres de tiendas, oficinas y escuelas, especialmente en estados como Kerala y Odisha. En Calcuta, se han visto manifestaciones incluso en estaciones de tren, y en Mumbai, empleados bancarios protestaron contra la privatización de bancos estatales.

A nivel represivo, solo en Tamil Nadu, se reportan aproximadamente 30.000 trabajadores detenidos en protestas, según denuncian líderes sindicales.

En cuanto al seguimiento de los mencionados 250 millones de trabajadores, estimaciones preliminares lo consideran una de las mayores movilizaciones obreras de la historia de la India.

Contexto político

La huelga se enmarca en un creciente descontento con las políticas del gobierno del Bharatiya Janata Party (BJP) liderado por Modi, acusado de priorizar los intereses de las grandes corporaciones y de implementar medidas que afectan a los trabajadores y agricultores. La movilización también muestra las tensiones sociales subyacentes derivadas de la Ley de Ciudadanía, que ha generado críticas por su carácter discriminatorio y represivo hacia minorías étnicas y religiosas, especialmente musulmanas.

El gobierno de Modi no ha emitido comentarios oficiales inmediatos, aunque su postura habitual suele ser desestimar las demandas sindicales como “malestar simbólico”. Varios medios internacionales están destacando la magnitud de la huelga, mientras que algunos medios locales cercanos al gobierno minimizan su su impacto o lo mencionan vagamente.