El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, ha instado este miércoles a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a aumentar el comercio y la cooperación regional como respuesta al auge del proteccionismo y los nuevos aranceles impuestos por los Estados Unidos de América, que afectan especialmente a las economías exportadoras de la región.
Durante la apertura de la reunión de ministros de Exteriores de la ASEAN en Kuala Lumpur, Anwar advirtió que “construir una economía de la ASEAN más fuerte y conectada es un imperativo estratégico” para asegurar “la relevancia y resiliencia del bloque” en las próximas décadas. El mandatario malayo subrayó que los aranceles, las restricciones a la exportación y las barreras a la inversión se han convertido en herramientas habituales de la competencia geopolítica, y que la región debe prepararse para “un contexto internacional más incierto y fragmentado”.
EE. UU. ha anunciado aranceles de hasta el 40% para varios países de la ASEAN, con medidas que entrarán en vigor a partir del 1 de agosto. Malasia, Indonesia, Tailandia, Camboya, Myanmar y Laos figuran entre los más afectados, mientras que Vietnam ha logrado negociar cierta rebaja parcial de los gravámenes.
El gobierno malayo ha expresado su confianza en encontrar una “solución aceptable” con Washington, pero advierte de “los riesgos para la estabilidad económica regional”. Anwar también defendió que la ASEAN “trace su propio rumbo” y “rechace la injerencia de potencias externas”, en un contexto de creciente rivalidad entre Washington y Pekín, el principal socio económico del bloque.
Además del impacto de los aranceles, la cumbre aborda otros desafíos clave para la región, como la guerra civil en curso en Myanmar y las tensiones en el mar de China Meridional.
La presidencia malaya de la ASEAN en 2025 tendrá, por lo tanto, una agenda centrada en fortalecer la integración comercial regional, en un momento de transición hacia un nuevo orden mundial marcado por la competencia acelerada entre grandes potencias.
Oportunidades y desafíos de la ASEAN
Los diez países que conforman la ASEAN encaran el mencionado escenario agrupando a aproximadamente 665 millones de habitantes, posicionándose como una de las regiones más pobladas del mundo. Su economía conjunta ya alcanzaba en 2022 un PIB de 3,8 billones de dólares, situándola como la quinta mayor economía global, con proyecciones de escalar al cuarto puesto para 2030. Representa un motor clave dentro del crecimiento económico asiático, que ya aporta cerca del 49% del PIB mundial a paridad de poder adquisitivo. Además, la región es un importante receptor de inversión extranjera directa, con entradas anuales que rondan los 220.000 millones de dólares, equivalentes al 17% de la IED mundial. Con un crecimiento económico mayor que otras zonas del mundo, que se estima entre el 5% y 6% anual en países como Indonesia, Vietnam y Filipinas, la ASEAN juega un papel estratégico esencial en la disputa geopolítica y económica del siglo XXI.
Además de su peso demográfico y económico, la ASEAN se caracteriza por ser una organización intergubernamental fundada en 1967 con un nivel de integración económica y política limitada. Existe un proyecto de mercado único y una comunidad económica formal desde 2015, pero las diferencias en el desarrollo capitalista entre los países, los sistemas políticos de cada miembro y las prioridades nacionales dificultan la cohesión y la toma de decisiones conjuntas. De hecho, la ASEAN opera bajo el principio de “no injerencia en asuntos internos”, lo que a menudo impide respuestas unificadas ante crisis como la de Myanmar o las disputas en el mar de China Meridional.
La región mantiene una fuerte dependencia de las inversiones extranjeras y de socios como China y Estados Unidos, y aunque se han impulsado grandes proyectos de infraestructura y conectividad, la integración real de mercados, políticas fiscales y laborales avanza lentamente. La llamada “ASEAN way”—basada en el consenso, el respeto a la soberanía y la diplomacia preventiva—prioriza la estabilidad sobre la integración profunda, lo que convierte a la ASEAN en un bloque relevante pero aún fragmentado en lo político y económico.