Nvidia se convierte en la primera empresa en superar los cuatro billones de dólares de capitalización bursátil

La multinacional de los chips se dispara en Wall Street gracias al auge de la inteligencia artificial, mientras la especulación financiera y la dependencia de Asia marcan el pulso del sector.

Logo de Nvidia, imagen conceptual.
Foto: Bolivia Inteligente/Unsplash

El gigante de los semiconductores Nvidia ha superado este miércoles la barrera simbólica de los cuatro billones de dólares de capitalización bursátil, una cifra nunca antes alcanzada por ninguna empresa en la historia. El ascenso meteórico de la compañía, fundada en 1993, es el reflejo de la fiebre global por la inteligencia artificial y el papel central de la tecnología en el desarrollo capitalista contemporáneo.

En apenas dos años, Nvidia ha duplicado y triplicado su precio en bolsa, superando primero los dos billones de dólares en febrero de 2024 y los tres billones en junio de ese mismo año. Ahora, con este nuevo récord, la empresa se coloca por delante de gigantes como Apple y Microsoft, en una carrera bursátil que evidencia la concentración de riqueza y poder en manos de un puñado de multinacionales tecnológicas.

Además, el crecimiento de Nvidia no ha estado exento de tensiones: la empresa se mantiene en la cresta de la ola pese a la guerra comercial y el fuego cruzado de aranceles entre Estados Unidos y China, países de los que depende para su producción y suministro de componentes. El propio director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, ha reconocido que las restricciones a la exportación de chips perjudican más a los trabajadores y consumidores estadounidenses que a la industria china, que avanza rápidamente para cerrar la brecha tecnológica.

Mientras tanto, el alza de Nvidia ha arrastrado a otros grandes valores tecnológicos en Wall Street, reforzando el dominio de este sector sobre los mercados globales y profundizando la brecha entre la economía financiera y la vida cotidiana de millones de personas.

El récord de Nvidia es, en última instancia, un síntoma más de la lógica especulativa y de la centralidad que la tecnología 4.0 ha adquirido en un escenario global donde la acumulación de capital y el control de la información se imponen sobre cualquier otra consideración social.