PKK comienza su proceso de desarme

Combatientes destruyen armas en el norte de Irak en el acto que inicia el fin de la lucha armada de la guerrilla kurda contra el Estado turco.

Miembros del PKK entregan sus armas en el acto de destrucción de arsenales.
Foto: Channel 8

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha dado este viernes el primer paso hacia el desarme, poniendo fin a cuatro décadas de lucha armada contra el Estado turco. El proceso ha comenzado con una ceremonia simbólica en la región kurda del norte de Irak, donde entre 20 y 30 combatientes han destruido sus armas bajo estrictas medidas de vigilancia, según reporta Al Jazeera.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha celebrado el inicio del desarme, calificándolo como “la ruptura definitiva de las cadenas sangrientas que ataban a nuestro país”. Erdogan asegura que este paso “beneficiará a toda la región y abre la puerta a una nueva etapa”.

El PKK, designado como “grupo terrorista” por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, anunciaba en mayo su intención de abandonar la lucha armada. Más de 40.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto en 1984, donde miles de kurdos se han visto obligados a huir de la represión en el sureste de Turquía.

En un video difundido esta semana por la agencia Firat News, el líder encarcelado del PKK, Abdullah Ocalan, describió el momento como “una transición voluntaria de la fase de conflicto armado a la de política democrática y legal”, calificándolo de “logro histórico”.

El proceso de desarme será supervisado por miembros del partido kurdo DEM y medios turcos, y continuará en diferentes fases bajo la tutela de Turquía, Irak y el gobierno regional kurdo. El impacto del conflicto ha sido profundo no solo en el Kurdistán y Turquía, sino también en Irak, Siria e Irán, donde el PKK y sus ramas han mantenido sus estructuras hasta ahora.

En el distrito montañoso de Amedi, cerca de la frontera turca, los civiles reciben la noticia con cautela y esperanza. Agricultores y familias desplazadas esperan que el acuerdo de paz permita recuperar sus tierras y volver a una vida en paz. Sin embargo, la disposición de Ankara para garantizar los derechos y las libertades de las minorías kurdas genera dudas.