La Fiscalía Superior de Murcia ha iniciado una investigación sobre José Ángel Antelo, líder regional de Vox, para determinar si sus manifestaciones relativas a los incidentes en Torre Pacheco pueden constituir un delito de odio. Esta decisión surge tras denuncias presentadas por PSOE, Izquierda Unida y Podemos en respuesta a diversos discursos y mensajes de Antelo acerca de la violencia desatada en la localidad murciana.
La fiscal delegada de delitos de odio será la encargada del expediente, que incluye tanto declaraciones públicas como publicaciones en redes sociales. Las investigaciones pretenden esclarecer si los mensajes del dirigente de Vox, que vinculan a inmigrantes magrebíes con la delincuencia y lanzan consignas como “no va a quedar ni uno”, cruzan la línea de la legalidad al incitar hostilidad o violencia. Según la información publicada por EFE, la investigación no sólo abarca sus intervenciones en actos como el del pasado sábado en Torre Pacheco, sino todo su discurso público frente a la situación en la región.
En una comparecencia previa, Antelo argumentó que “decir la verdad nunca será un delito de odio” y defendió que Vox “nunca llama a la violencia contra nadie”, atribuyendo a su partido el carácter de “víctima frente a agresiones y amenazas”. Insistió en que la deportación masiva de extranjeros es “una demanda social” y subrayó la posición ascendente de Vox en las encuestas regionales. La Fiscalía valorará la posible influencia de estas declaraciones en el clima de violencia y hostilidad registrado en Torre Pacheco contra la población magrebí y musulmana.
Miembros del aparato de Vox en el origen de la difusión
Diversos dirigentes y responsables de comunicación de Vox han tenido una implicación directa y documentada en la difusión de desinformación y en la justificación pública de la violencia ejercida en Torre Pacheco contra población migrante desde el inicio de los bulos. El presidente regional del partido, José Ángel Antelo, publicó en redes sociales mensajes reclamando “expulsiones inmediatas” y vinculando inmigración con “violaciones, asesinatos y palizas a ancianos”, horas después de que comenzaran los pogromos. Lo hizo utilizando vídeos descontextualizados —como el de una agresión fascista ocurrida en Almería contra un hombre sin hogar— para atribuirla sin pruebas a jóvenes magrebíes y justificar así los ataques racistas posteriores en la localidad. Otros representantes del partido, como Luis Gestoso, también compartieron contenidos manipulados o directamente inventados, reforzando un discurso que criminaliza a la población extranjera y alienta una respuesta violenta colectiva.
Además, cuentas vinculadas al entorno digital del partido, entre ellas las de el responsable de redes de Vox y miembro de Revuelta, Pablo González Gasca, participaron en la amplificación de estos bulos por Telegram, X y TikTok, donde se llamaba de forma directa a acudir a Torre Pacheco a “limpiar el barrio” en lo que algunos de los promotores calificaban abiertamente como “cacerías”.
Las publicaciones de estos cuadros y miembros del partido circularon junto a mensajes de grupos nazis organizados, que utilizaron las mismas frases de Vox para legitimar su presencia y sus ataques. Aunque Vox ha negado cualquier relación con la violencia, las pruebas muestran que varios de sus representantes contribuyeron activamente a crear el clima de odio que desembocó en disturbios racistas contra la población magrebí.