La UE “amenaza” a Israel sin actuar y el Gobierno español promete un embargo que no aplica

Mientras Israel bloquea la ayuda humanitaria y sigue asesinando a decenas de palestinos a diario, Bruselas y Madrid se refugian en discursos vacíos y promesas de gestos tardíos que nunca llegan.

Líderes europeos en la reunión de Roma sobre la “reconstrucción de Ucrania”.
Foto: @sanchezcastejon (X)

La Unión Europea vuelve a “advertir” al Estado de Israel: si no permite el acceso de ayuda humanitaria a Gaza, “todas las opciones están sobre la mesa”. Pero tras casi dos años de masacres, asedio y destrucción sistemática, la amenaza suena hueca. Ni sanciones, ni suspensión del acuerdo de asociación, ni medidas concretas. Solo declaraciones diplomáticas que se repiten mientras la población palestina es asesinada de hambre, enfermedades o bajo las bombas y disparos.

En el Estado español, el autoproclamado “Gobierno más progresista de la historia” de PSOE y Sumar anuncia ahora —tras meses de presión social y mediática— que “acelerará una ley para imponer un embargo de armas a Israel”. Lo hace después de que cientos de organizaciones y figuras públicas hayan firmado manifiestos exigiéndolo, cientos de manifestaciones masivas en las calles hayan denunciado su colaboración y varias piezas periodísticas hayan desmentido el supuesto “embargo de armas” anunciado por Pedro Sánchez. Además, la medida llega también en mitad de escándalos de corrupción que asolan al Ejecutivo.

Por ello, el gesto llega tarde y con trampa: desde octubre de 2023, el Ejecutivo ha seguido permitiendo exportaciones e importaciones, autorizando tránsitos y manteniendo relaciones militares con Tel Aviv. Según denuncia RESCOP, las promesas de embargo se han incumplido una y otra vez, en ocasiones mintiendo directamente, y la legislación vigente ya permitiría suspender las ventas por decreto. No lo han hecho. Por ello, la tramitación parlamentaria se utiliza como excusa para no tomar medidas inmediatas, mientras las armas españolas siguen llegando a manos de los genocidas.

Sumar, que presentó la proposición de ley con su habitual sonrisa, y el PSOE, que ahora la respalda, intentan capitalizar el movimiento propalestino mientras siguen gobernando sin romper ni un solo lazo comercial con el Estado que está cometiendo un genocidio a ojos de todo el mundo y que está siendo investigado en la Corte Internacional de Justicia por ello.

Ni Bruselas ni Madrid están del lado que dicen estar. La UE mantiene su complicidad estructural incluso multiplicando por diez los envíos de armas al Estado de Israel mientras fingía “preocupación”. Moncloa, pese a su retórica “progresista” y su “reconocimiento del Estado palestino”, sigue siendo parte activa del problema.