La Comisión Europea ha presentado el marco presupuestario plurianual para el periodo 2028-2034, que supondrá un incremento sin precedentes de los recursos destinados a defensa. Según la comunicación oficial —difundida este miércoles por los canales institucionales de la UE— el gasto militar comunitario se multiplicará por cinco, convirtiendo la “seguridad” en eje prioritario de unas cuentas públicas que tradicionalmente no asignaban competencias directas en esta materia.
El lema del paquete, “A stronger Union” (“Una Unión más fuerte”), resume el giro en la política presupuestaria europea, que refuerza la flexibilidad para financiar, contratar, invertir y gastar fondos en la industria armamentística dentro y fuera de las fronteras comunitarias.
Dentro de esta ampliación presupuestaria destaca la dotación prevista para la llamada “European Peace Facility” (“Servicio Europeo para la Paz”), fondo instrumental que acumulará cien mil millones de euros adicionales destinados al suministro de material militar y municiones a Ucrania durante los próximos años.
La Comisión justifica esta apuesta en un contexto de “amenaza existencial”, una expresión reiterada por la presidenta Ursula Von der Leyen para justificar la orientación militarista del presupuesto y la revisión de las reglas fiscales y de gasto militar, que permitirán a los Estados miembros canalizar recursos públicos hacia el sector militar y tecnológico, incluidos fondos estructurales y de recuperación.
El cambio de prioridades presupuestarias coincide con políticas de los estados miembro que, como en París y Berlín, ya contemplan sendos recortes en gasto social, reformas laborales y el refuerzo del gasto militar. En el Estado español, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido ante la OTAN a incrementar el número de efectivos, mientras persisten déficits presupuestarios en áreas como la sanidad pública. Varias voces críticas han alertado del peso creciente del gasto militar en detrimento de otros capítulos sociales y de la influencia de las prioridades de la OTAN y EE. UU. en la agenda comunitaria.