La estadística de declarantes de IRPF publicada por la Agencia Tributaria del Estado español es concluyente sobre el alquiler turístico y vacacional: en 2023 los propietarios que alquilaron sus viviendas de forma temporal o turística obtuvieron un 35% más de ingresos que quienes las destinaron al alquiler residencial. El informe cifra en casi 10.000 euros anuales los ingresos íntegros medios por alquiler temporal o turístico, frente a los poco más de 7.200 euros que se perciben por alquiler habitual. Estas diferencias son especialmente pronunciadas en áreas costeras y ciudades con alta demanda, con brechas que superan el 80% en Balears y Las Palmas, y que rondan el 50% en Málaga y Barcelona.
La estadística pionera diferencia, por primera vez, los rendimientos fiscales de ambas modalidades de alquiler a nivel estatal (excluyendo Euskal Herria), aportando datos sobre ocupación media anual: 350 días para vivienda habitual y 271 para la temporal o turística. El Observatorio de la OCU señala que en 2023 se declararon ingresos de 2,47 millones de viviendas alquiladas, de las cuales la mayoría corresponden a uso residencial, aunque los ingresos relativos de los arrendamientos turísticos son considerablemente mayores.
El gabinete económico de CCOO y expertos como Javier Gil sostienen en declaraciones recogida por ElDiario.es que estas cifras vuelven a poner de manifiesto la alta rentabilidad de la vivienda como activo especulativo en el Estado español. El sindicato afirma que “invertir en vivienda sigue siendo más rentable que cualquier otra inversión alternativa”, citando las políticas públicas que han consolidado este modelo de rentabilidad a largo plazo.
Según los datos de 2024, los ingresos por arrendamientos inmobiliarios superaron los 31.500 millones de euros y representan la principal fuente de rentas del capital en el estado, intensificando la presión sobre familias obreras e incrementando la diferencia de acceso a la vivienda entre grandes ciudades, zonas turísticas y áreas interiores.