Grupos fascistas buscan exportar los linchamientos racistas de Torre Pacheco a todo el estado

Organizaciones fascistas llaman a la “acción directa” y extienden la agitación racista a nuevas ciudades aprovechando el clima de tensión.

Grupos fascistas en Torre Pacheco.
Foto: RTVE

El clima de persecución y linchamientos racistas vivido en Torre Pacheco (Región de Murcia) ha sido rápidamente asumido como modelo de actuación por distintos grupos fascistas, que tratan de propagarlo a otros puntos del Estado español. Diversas organizaciones y grupúsculos neonazis han redoblado en las últimas semanas sus llamamientos públicos a la “acción directa”, organización de “patrullas ciudadanas” y ataques a centros de ayuda a migrantes.

Pedro Chaparro, presidente de Democracia Nacional, ha instado a sus seguidores a “radicalizar las protestas” y se ha declarado dispuesto a “derramar hasta la última gota de sangre por un ideal”. Los fascistas promueven en redes sociales la identificación y señalamiento de trabajadores y voluntarios de centros sociales, además de la difusión de bulos y vídeos sobre la “inseguridad” vinculada a la migración.

Las protestas y ataques se han extendido en las últimas semanas a ciudades como Alcalá de Henares —en torno a un presunto caso de violencia con investigación judicial en curso—, Sabadell y L’Hospitalet, donde también se han detectado mensajes racistas y organización de patrullas fascistas.

En Euskal Herria, durante las fiestas de San Juan en Hernani (Gipuzkoa), se registraron al menos ocho agresiones grupales contra jóvenes magrebíes, en un clima alimentado y amplificado por canales fascistas en redes sociales como “Esto es un pitorreo” y “Lo que no te cuentan de Donosti”.

Distintas organizaciones advierten que grupos fascistas como Falange Española de las JONS, Frente Obrero o Núcleo Nacional intentan consolidar su presencia territorial abriendo nuevos locales y usando la agitación racista como palanca de presión social y política. El temor de especialistas es que, tras un verano marcado por el aumento de ataques, este tipo de violencia termine normalizándose en el paisaje público.