Este 21 de julio se han cumplido 55 años del asesinato de tres trabajadores durante una manifestación por derechos laborales en Granada. Ocurrió en 1970, en el marco de la huelga del sector de la construcción, una protesta que exigía subidas salariales y mejoras en las condiciones de trabajo. Antonio Cristóbal Ibáñez Encinas, Manuel Sánchez Mesa y Antonio Huertas Remigio fueron asesinados por disparos de la policía franquista junto a la actual Plaza de La Caleta, donde hoy se levanta un monumento en su memoria. El acto de homenaje de este lunes ha incluido una ofrenda floral, la lectura de un manifiesto y un minuto de silencio sostenido.
La protesta obrera, que duró más de un mes, desembocó el 21 de julio de 1970 en una movilización masiva por las calles de Granada. Según informaciones de la época y reconstrucciones posteriores, cuando la columna manifestante se aproximaba al centro de la ciudad, la actuación policial derivó en una carga con fuego real. Los disparos segaron la vida de los tres trabajadores, todos ellos vinculados al sector de la albañilería y residentes del área metropolitana de Granada.
Más de medio siglo después, familiares, vecinos y diversas organizaciones siguen reivindicando la lucha llevada a cabo por los trabajadores asesinados bajo las balas de la policía. 55 años después, como muchos otros crímenes cometidos por el franquismo contra la clase obrera, permanece impune. Aunque en 2009 se construyó el monumento conmemorativo en La Caleta con apoyo municipal, ni el Estado ni el sistema judicial español han reconocido oficialmente lo sucedido ni han desclasificado los informes policiales de aquel día.
En el acto celebrado este lunes, se ha subrayado que las reivindicaciones por las que murieron Antonio, Manuel y Cristóbal siguen estando en el centro de muchos conflictos laborales actuales.