Este lunes se activa la primera fase del canje de prisioneros acordado como parte del alto el fuego entre la resistencia palestina y el Estado genocida de Israel, resultado de una "mediación" internacional encabezada por la administración estadounidense. El intercambio incluye a 20 prisioneros de guerra capturados por la resistencia el 7 de octubre de 2023 —ciudadanos con pasaporte israelí y extranjeros— y a cerca de 2.000 prisioneros palestinos encarcelados en centros penitenciarios israelíes, muchos de los cuales no cuentan con cargos judiciales formales. La entrega y traslado será supervisada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que deberá certificar la integridad física y realizar trámites médicos básicos antes del reencuentro familiar.​

El acuerdo también recoge la devolución al Estado de Israel de los cuerpos de al menos 28 prisioneros fallecidos en Gaza por los bombardeos de la propia aviación israelí, proceso que podría prolongarse por dificultades de localización y la magnitud de los ataques aéreos.

La resistencia exige la liberación de dos pesos pesados

Sobre los palestinos que serán liberados, entre ellos figuran unos 250 con condenas de cadena perpetua; no obstante, Israel ha excluido a personalidades políticas importantes como Marwan Barghouti (Fatah) y Ahmad Saadat (Secretario General del Frente Popular para la Liberación de Palestina), pese a ser reclamadas por los negociadores de Hamas.

Se estima que Barghouti, preso desde 2002, crítico con la Autoridad Nacional Palestina y defensor de la resistencia, es el líder más popular entre los palestinos, lo que podría darle una victoria ante unas hipotéticas elecciones, cosa que el Estado de Israel quiere impedir, porque supondría la destitución de Mahmud Abbas y su Gobierno cipayo. Por otro lado, organizaciones internacionales denuncian que gran parte de los prisioneros palestinos han sido arrestados en redadas y detenciones masivas desde octubre de 2023 y encarcelados sin debido proceso legal.

El canje se llevará a cabo tras la aprobación del acuerdo por parte de ambas partes el pasado 10 de octubre, en plena retirada parcial del ejército de ocupación de varias zonas de Gaza y con la dudosa espectativa de que la llamada "comunidad internacional", incluidos Estados Unidos y Egipto, garanticen la correcta ejecución del pacto y la continuación del proceso. El intercambio supone el primer paso de una hoja de ruta aún incierta sobre el futuro Gobierno y la gestión civil en Gaza, con miles de familias desplazadas retornando a zonas arrasadas.