A finales de septiembre de 2024, China tenía un total de 11,43 millones de estaciones de carga para vehículos eléctricos. Esto es hasta un 49,6% más en comparación con el año anterior, según datos de la Administración Nacional de Energía divulgados por la agencia Xinhua.
De estas instalaciones, alrededor de 3,33 millones son de acceso público, mientras que 8,1 millones son privadas. Con un total de 28,09 millones de vehículos eléctricos en el país y una capacidad de producción industrial de estos coches a gran escala, China cuenta ahora con una estación de carga por cada 2,46 vehículos eléctricos.
Para hacerse una idea de la velocidad de la electrificación del transporte que está experimentando el país, tan solo hace falta reparar en los primeros nueve meses de 2024: se añadieron 2,84 millones de estaciones de carga y el consumo energético para este medio de transporte alcanzó los 66.670 millones de kWh; un aumento del 12,4% respecto al año anterior.
Vista esta potencia industrial, la Unión Europea y EEUU comienzan a establecer aranceles al coche eléctrico. En estos momentos, alcanzan impuestos de hasta un 35,3% para el fabricante SAIC (MG y Maxus) y un 18,8% para Geely, entre otros, durante un máximo de cinco años. La medida también impactará a fabricantes occidentales que producen en China, como Tesla, que enfrentará un arancel del 7,8%. En cuanto a las empresas que han colaborado en investigaciones de relacionadas con coches eléctricos chinos, recibirán una tasa del 20,7%, según reporta la agencia EFE.