La multinacional ArcelorMittal ha confirmado la suspensión de sus planes para construir plantas de reducción directa de mineral de hierro (DRI, por sus siglas en inglés) en Europa, incluida la de Gijón (Asturies). La empresa ha justificado esta decisión alegando que “los entornos político, energético y de mercado no han evolucionado favorablemente”, por lo que “la competitividad de estas instalaciones no está asegurada; especialmente en ausencia de un precio global del carbono.
Aunque en mayo se inició la construcción de un horno de arco eléctrico en Gijón, con una inversión de 213 millones de euros, la planta DRI, considerada clave para la denominada “descarbonización”, queda aparcada. Este proyecto, que contaba con ayudas públicas de 450 millones de euros aprobadas por la Comisión Europea, formaba parte de un plan estratégico para reducir las emisiones en la siderurgia en suelo europeo.
El retraso en el desarrollo del hidrógeno verde, esencial para sustituir el gas natural en el proceso DRI, ha sido otro de los factores críticos. Según ArcelorMittal, “la viabilidad del hidrógeno como fuente de energía es aún limitada, mientras que la producción con gas natural en Europa sigue siendo poco competitiva”. La compañía también ha señalado deficiencias en el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono y ha alertado sobre “la necesidad de reforzar las medidas de protección comercial frente a las importaciones de acero procedentes de China”, impulsadas por la sobreproducción acero del gigante asiático.
Pese a la suspensión de las plantas DRI, ArcelorMittal continuará avanzando en la construcción de hornos de arco eléctrico, que también pueden utilizar chatarra para reducir las emisiones de carbono. Además, el proyecto de remodelación de la planta en Sestao (Bizkaia) incrementará su capacidad de producir acero con “bajas emisiones”. El consejero delegado de la empresa, Aditya Mittal, ha reafirmado “el compromiso de la compañía con la descarbonización” y ha destacado la necesidad de “nuevas iniciativas políticas” que permitan justificar económicamente las inversiones. Mittal ha expresado confianza en que “el marco regulatorio europeo se adapte para facilitar una transición más rápida hacia la siderurgia verde”, según declaraciones recogidas por EFE.