Al menos 57 personas han muerto en enfrentamientos entre el grupo armado salafista Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) y el ejército árabe sirio en la provincia norteña de Alepo, según ha informado el organismo pro-occidental Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR) este miércoles. El ataque, permitió al grupo armado y sus aliados apoderarse de diez áreas controladas por las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad, incluyendo depósitos de armas y vehículos blindados. Durante los combates, 44 miembros de HTS y 16 combatientes de sus grupos aliados perdieron la vida, mientras que al menos 37 soldados del ejército, incluidos cuatro oficiales, fueron abatidos y cinco capturados.
Las fuerzas de HTS avanzaron 10 kilómetros desde las afueras de Alepo, acercándose a Nubl y Zahra, dos localidades predominantemente chiíes donde la milicia libanesa Hezbolllah mantiene una fuerte presencia militar. También atacaron el aeropuerto de al-Nayrab, al este de Alepo, una base clave para combatientes del Eje de la Resistencia. Los enfrentamientos fueron precedidos por el apoyo aéreo sirio y ruso, con intensos bombardeos en el sur de Idlib contra las posiciones salafistas, lo que, según Reuters, “habría motivado la ofensiva de HTS para evitar una posible embestida del ejército sirio en las líneas del frente”.
Mientras tanto, fuentes del Gobierno sirio no han reconocido oficialmente los combates, pero medios progubernamentales informaron de bombardeos masivos sobre posiciones de HTS. Según recoge Al Jazeera, testigos locales señalaron que cientos de familias han huido de Alepo hacia zonas más seguras cercanas a la frontera con Turquía. HTS, considerado una organización terrorista por Estados Unidos, ha intentado en los últimos años desvincularse de Al Qaeda e ISIS y proyectar una imagen “más moderada” con objetivos locales en Siria, consolidándose como la fuerza de oposición más poderosa en el noroeste del país.
Vínculos con Turquía e Israel
Aunque Turquía la considera oficialmente organización terrorista, tolera la presencia de HTS en Idlib para evitar que Siria recupere esos territorios controlados por grupos salafistas, tafkiries y wahabitas. Turquía ha establecido puestos de observación y mantiene contactos indirectos con HTS, brindando apoyo logístico ocasional para contrarrestar a las fuerzas leales a Bashar al-Assad. Por otro lado, la relación de HTS con el Estado de Israel es más discreta, ya que, aunque no existe cooperación formal, la presencia de HTS en el sur de Siria, al igual que los habituales bombardeos israelíes en el país, frena la expansión de las milicias del Eje de la Resistencia, lo que es claramente favorable para Tel Aviv en términos estratégicos. No obstante, la ideología islamista de HTS, hace que el Estado de Israel prefiera mantener estas relaciones con un perfil bajo.