El Estado español se posiciona como el miembro de la Unión Europea con la mayor proporción de personas que no conversan nunca sobre política estatal o local con familiares y amigos. Según los datos del último Eurobarómetro estándar, publicado en julio de 2023, un 43% de la población del Estado español admite evitar este tipo de debates.
Los expertos explican tanto por falta de interés en la política como por el temor a discusiones, lo que refleja una evidente desafección en el debate público y plantea interrogantes sobre la cultura política existente el Estado español. En comparación con otros países europeos, el Estado español lidera esta tendencia, seguida del Estado francés (35%), la República de Irlanda (33%) y Portugal (32%). En el extremo opuesto, países como Alemania, Países Bajos y Suecia muestran una mayor inclinación a la conversación política frecuente, donde el número de personas que conversan regularmente supera al de quienes lo evitan. En el caso español, sin embargo, las personas que nunca discuten sobre política triplican a quienes lo hacen de manera habitual.
Otro de los factores clave detrás de esta tendencia es la diferencia de género. El informe revela que en el Estado español casi la mitad de las mujeres adultas (50%) no habla nunca sobre política, un porcentaje muy superior al de otros estados europeos, como Italia o Alemania. Asimismo, la educación juega un papel fundamental: a menor nivel educativo, mayor es el porcentaje de personas que se mantienen al margen de las conversaciones políticas. Seis de cada diez personas con menor formación formal reconocen evitar estos temas con su entorno cercano.
No obstante, el vínculo entre nivel educativo y predisposición al diálogo político no ha dado lugar a una mejora gradual. A pesar de los avances en la formación de la población en las últimas décadas, los datos muestran que la proporción de personas en el Estado español que nunca discuten sobre política no ha disminuido. Desde 2010, el país ha mantenido cifras por encima de la media europea, y desde 2020, esta tendencia incluso ha ido al alza.
El informe también subraya que este fenómeno podría estar vinculado a la polarización política, una dinámica que se ha intensificado en los últimos años en el Estado español. El temor al conflicto y la falta de confianza en las instituciones públicas pueden estar limitando el debate político entre la población. La Comisión Europea, en su análisis, advierte que “la ausencia de diálogo público afecta la participación y dificulta el desarrollo de un debate crítico e informado”.
Los expertos consideran que la falta de diálogo político en el ámbito personal es un desafío significativo. Además de reflejar una desconexión con los problemas, este fenómeno podría limitar la participación electoral, pero también otras formas de participación política y acción social. En última instancia, los investigadores subrayan que la persistencia de esta tendencia en el Estado español obliga a reflexionar sobre la necesidad de fomentar el interés y la cultura del debate, especialmente entre los grupos más vulnerables y menos representados.
El Eurobarómetro concluye que la ausencia de conversaciones políticas no es solo un síntoma de desinterés individual, sino “un factor que puede debilitar las bases del debate público” y, por ende, “la calidad democrática del país”.