El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha alertado sobre una creciente crisis alimentaria que afecta a más de 40 millones de personas en África Occidental y Central, una cifra que podría alcanzar los 52,7 millones a mediados de 2025. A pesar de algunas mejoras puntuales en el Sahel, se agrava la inseguridad alimentaria en la región por los conflictos armados, los desplazamientos forzados y los efectos del cambio climático.
La situación es especialmente crítica en Nigeria, Camerún y Chad, países que albergan a más de la mitad de las personas en inseguridad alimentaria. Las poblaciones desplazadas, que superan los 10 millones en la región, son las más afectadas al perder acceso a sus tierras y medios de subsistencia. Las recientes inundaciones han agravado la situación, dejando a seis millones de personas sin hogar y afectando gravemente la producción agrícola.
16,3 millones de niños han enfrentado por desnutrición aguda en 2024 tan solo en África Occidental y Central. La ONU ha reiterado que, sin un cambio de rumbo, la inseguridad alimentaria seguirá deteriorándose, afectando a millones de personas y perpetuando el ciclo de pobreza y hambre en la región.