Europa ante el corte del gas ruso por Ucrania: más GNL, tensiones en Centroeuropa y precios en alza

Expira del contrato de tránsito, dejando a Moldavia en crisis, a Hungría y Eslovaquia buscando alternativas y al continente frente a un mercado energético más caro y volátil.

Foto: @Megatron_ron (X)

El tránsito de gas ruso por Ucrania cesó el 1 de enero tras la expiración del contrato entre Kiev y la gasística rusa Gazprom, marcando el fin de una vía que durante décadas ha sido clave para el suministro energético de Europa. La decisión del Gobierno ucraniano de no renovar el acuerdo responde a la negativa de seguir facilitando ingresos a Rusia en medio de la guerra, según declaró el primer ministro Denys Shmyhal. Aunque el gas que llegaba por esta ruta representaba menos del 5% del suministro europeo, el corte ha tenido efectos inmediatos en países como Moldavia, Hungría y Eslovaquia.

Moldavia ha sido el primer país en sentir el impacto. La región de Transnistria, de mayoría rusa, ha sufrido cortes de calefacción y agua caliente, según confirma la empresa local Tirasteploenergo a Reuters. Gazprom ha ofrecido suministrar gas a través de rutas alternativas, pero exige el pago de una deuda que Chisinau no reconoce. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha instado a los países europeos a apoyar a Moldavia durante el invierno para evitar una crisis humanitaria.

En la Unión Europea, Eslovaquia y Hungría, principales receptores de gas por esta vía, buscan diversificar sus importaciones. Eslovaquia ha estimado que abastecerse a través de gasoductos que conectan con Alemania costará unos 180 millones de euros adicionales en 2025, tal y como informó la ministra de Economía, Denisa Sakova. Hungría, por su parte, aumentará la compra de gas ruso a través de Turkstream, que conecta Rusia con Europa bajo el Mar Negro. La interrupción también ha acelerado las importaciones de gas natural licuado (GNL), con un aumento de envíos desde Estados Unidos, Qatar y Noruega, de acuerdo con la AIE.

Aunque el corte del gasoducto no supone una amenaza estratégica para el suministro europeo, ha contribuido al incremento del precio del gas, con el índice TTF subiendo un 70% durante 2024. Expertos como Henning Gloystein, de la consultora Eurasia, advierten en El País que, aunque no se espera una crisis como la de 2022, el cierre del tránsito por Ucrania podría aumentar la volatilidad en los mercados energéticos durante 2025.