La economía española: Una economía de volumen, no de productividad

El economista Santiago Niño Becerra remarca que la productividad sigue siendo el punto débil de la economía española, incapaz de transitar hacia un modelo de “sectores de alto valor añadido”.

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En recientes declaraciones en redes sociales, el economista catalán Santiago Niño Becerra ha abordado cuestiones fundamentales sobre la situación económica del Estado español, en mitad del debate público que se ha abierto sobre el estado de salud de esta economía tras la publicación de varios indicadores macroeconómicos, como datos de la OCDE y las cifras del paro.

Por ello, Niño Becerra plantea una crítica sobre el modelo económico español, subrayando unas limitaciones históricas y estructurales que se obvian sistemáticamente en varios análisis sobre el desarrollo económico del país y haciendo énfasis en la caída de la natalidad, la estructura productiva y la dependencia del “volumen” sobre la productividad.

1. Un modelo económico basado en el “volumen”

Niño Becerra argumenta que la economía española se ha estructurado en torno a un modelo de “volumen”, en el que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) depende de la cantidad de personas que consuman y generen actividad económica. El turismo es uno de los sectores clave en este esquema, ya que requiere una gran cantidad de trabajadores para sostener los servicios asociados, tales como hostelería, transporte y comercio. En estos momentos, se ha reportado que el Estado español está batiendo récords en el sector turístico.

Sin embargo, Niño Becerra recuerda que estos trabajos son, por lo general, “de baja cualificación” y están infrarremunerados, lo que ha dado lugar a una creciente dependencia de trabajadores inmigrantes para ocuparlos. El economista sostiene que la llegada masiva de turistas y la contratación de inmigrantes son los pilares sobre los que se basa el crecimiento del PIB, pero sin un aumento significativo de la productividad.

2. La caída de la natalidad y las migraciones

Otro de los puntos centrales de la intervención de Niño Becerra es la caída de la natalidad en el Estado español, un fenómeno que se ha venido produciendo en las últimas décadas y que ha afectado a la estructura demográfica. Esta caída en la natalidad se ha visto reflejada en la necesidad de recurrir a la inmigración para paliar el déficit poblacional, algo que, según el recuerdan Niño Becerra y el Banco de España, ha sido un factor determinante en la creación de empleo en el Estado español en 2024.

La emigración, especialmente de jóvenes con educación universitaria, es otro aspecto que Niño Becerra destaca. Fenómenos como la salida de la fuerza de trabajo juvenil hacia otros estados en busca de mejores perspectivas laborales o la creciente preferencia de los jóvenes hacia las oposiciones son fenómenos que subrayan la falta de un entorno propicio para el desarrollo profesional en el Estado español, a pesar de las cifras de empleo aparentemente positivas. Como muestra de ello, el economista recuerda que mientras el 67% de los trabajadores emigrantes tienen un título universitario, tan solo el 16% de los inmigrantes lo tienen, determinando en qué sectores trabajan los inmigrantes.

3. La baja productividad y su impacto en los salarios

Uno de los puntos más críticos que aborda Niño Becerra es la baja productividad del sistema económico. El Estado español tiene una de las productividades más bajas de Europa, y en los últimos 20 años, esta cifra ha crecido a un ritmo muy lento. Esta baja productividad no solo afecta a la competitividad de las empresas, sino que también se traduce en salarios bajos y en condiciones de trabajo precarias.

El economista recuerda que este problema no es nuevo y tiene raíces históricas. Según Niño Becerra, la estructura económica de del Estado español arrastra limitaciones desde la Edad Moderna, cuando la industrialización del país fue muy desigual y limitada, donde se mantuvo una amplia estructura agraria feudal que dificultó la transición hacia una economía industrializada. Este retraso en la industrialización y el bajo desarrollo de sectores de alta productividad reflejan, en palabras del experto, “una falta de valor añadido en los productos y servicios generados por la economía española”.

4. El “volumen” como justificación de un modelo insostenible

Niño Becerra critica el hecho de que distintos gobiernos, independientemente de su ideología, han defendido un modelo económico basado en el volumen. Recuerda cómo el crecimiento económico en el Estado español ha sido presentado como algo positivo simplemente por la cantidad de trabajadores y turistas que contribuyen al PIB. En su opinión, la economía del Estado español no necesita más población para crecer, sino que “debe centrarse en aumentar la productividad a través de la innovación, la mejora de la educación y el desarrollo de sectores de alta tecnología”.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los turistas que llegan al Estado español son de países del Norte de Europa, una economía tan dependiente del turismo no tardaría en sufrir un revés según empeore la situación en cualquiera de los países de origen desde los cuáles se importa el turismo. En este caso, Alemania pende de un hilo ante una crisis energética, industrial y comercial, el Estado francés está bajo riesgo financiero y Reino Unido muestra señales de estancamiento. Son los tres países que más turistas emiten al Estado español.