Un joven militante permanece detenido en Iruñea (Nafarroa), y enfrenta el riesgo de deportación tras ser arrestado por la Policía española el pasado martes bajo lo que se denuncia como un “perfil racial arbitrario”. Según la policía, existe una orden internacional vigente contra el detenido, lo que justificaría la deportación, aunque está a la espera de la autorización de la Delegación del Gobierno español. En estos momentos, el joven permanece retenido en la comisaría de la calle General Chinchilla. Varias organizaciones se manifestaron el miércoles frente a la comisaría para denunciar el arresto, y anoche se realizó otra protesta frente a la Delegación del Gobierno bajo el lema “¡No a las deportaciones!”, exigiendo su liberación inmediata.
Los organizadores de las protestas señalaron que el joven no ha recibido asistencia jurídica desde su arresto, calificando el incidente como parte de una “persecución institucional racista”. Denunciaron que este tipo de prácticas punitivas están dirigidas a “mantener una lógica de control y exclusión contra aquellos considerados sujetos sin derechos”. También recordaron que han denunciado repetidamente en Nafarroa los controles policiales basados en perfiles étnicos y las “citas trampa” de la Brigada de Extranjería. Durante la concentración, los manifestantes exigieron el fin de los controles raciales, información pública sobre los expedientes de deportación iniciados bajo estos métodos y la rendición de cuentas por parte de las instituciones responsables. “No permitiremos la criminalización de personas migrantes y racializadas ni la perpetuación de estas prácticas”, afirmaron los convocantes.