China y la UE acercan posturas ante la incertidumbre generada por Trump

Ambos actores coinciden en la necesidad de “una colaboración más estrecha para enfrentar las tensiones comerciales internacionales y garantizar un crecimiento económico global estable”.

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La relación entre China y la Unión Europea (UE) ha atravesado una fase de tensiones comerciales, especialmente después de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. A pesar de los esfuerzos iniciales de la UE por colaborar con Trump, las amenazas de fuertes aranceles y el cambio en el enfoque geopolítico, promovido en parte por el oligarca Elon Musk, han alterado ese panorama. “Con la Unión Europea tenemos un déficit comercial de 350.000 millones de dólares”, manifestó Trump en enero, reflejando la fricción entre ambas partes. Sin embargo, desde Pekín, algunos analistas consideran que la situación podría permitir un deshielo en las relaciones, ya que el impacto de una nueva guerra comercial de Trump podría llevar a Bruselas a moderar su postura frente a China.

Ambos bloques, que celebran este año el 50 aniversario de sus relaciones diplomáticas, parecen acercarse ante la incertidumbre económica global. Según Yao Ling, director del Instituto Europeo de la Academia China de Comercio Internacional, “China y la UE, como dos de las mayores economías del mundo, pueden ofrecer estabilidad para un crecimiento económico mundial inclusivo mediante una cooperación mucho más fuerte”. Esta cooperación, que se materializaría en una cumbre entre Xi Jinping y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, busca explorar vías para fortalecer sus vínculos comerciales, especialmente ante el estancamiento de las conversaciones sobre los aranceles a los vehículos eléctricos chinos.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha matizado su postura frente a China, un cambio notable tras su tradicional crítica. “Seguiremos reduciendo los riesgos de nuestra relación económica, pero también hay margen para interactuar de forma constructiva con China”, afirmó recientemente. Este enfoque sugiere que Bruselas podría estar dispuesta a buscar soluciones beneficiosas para ambas partes, a pesar de las fricciones previas, y abrir la puerta a una relación más equilibrada con el gigante asiático.