A pesar de las reiteradas advertencias de China, Filipinas no solo se niega a retirar el sistema de misiles Typhon, de fabricación estadounidense, sino que también ha reforzado su plan con el mismo. Según el jefe del Ejército filipino, el teniente general Roy Galido, el sistema será “parte del ejercicio militar combinado más importante del país”, el Combined Arms Training Exercise (Catex), que se llevará a cabo entre el 3 y el 12 de marzo. Según recoge el South China Morning Post, Galido destacó que este entrenamiento, que involucra a unos 6.000 soldados, “tiene como objetivo evaluar la capacidad del ejército para responder a una crisis nacional provocada por una amenaza externa”. Aunque el jefe militar no especificó a qué amenaza se refería, dejó claro que el ejercicio “será clave para poner en práctica el nuevo Concepto de Defensa Arqueipelágica Integral” de Filipinas.
El Catex se llevará a cabo en varias regiones del país, incluidas las islas de Luzón, Visayas y Mindanao, lo que permitirá realizar movilizaciones a gran escala sin interrumpir las comunidades locales. La elección de estos lugares se basa en “la necesidad de realizar movimientos coordinados de fuerzas terrestres, tanques y artillería para fortalecer la defensa territorial del archipiélago”. Aunque algunas de las maniobras incluirán fuego real, Galido aclara que el sistema Typhon “no participará directamente”, ya que el ejército aún está en proceso de familiarizarse con el sistema y comprender su funcionamiento dentro de su concepto de defensa.
Esta decisión llega en un momento de creciente tensión en el mar de la China Meridional, donde China ha expresado su preocupación por la presencia de tecnología militar extranjera en las Filipinas. Sin embargo, el gobierno filipino parece determinado a seguir adelante con el fortalecimiento de sus capacidades armamentísticas, subrayando que el Typhon es un componente esencial en su estrategia militar.