El Ministerio de Defensa de Israel ha anunciado la creación de una agencia gubernamental destinada a gestionar lo que se denomina como “salidas voluntarias” de palestinos de Gaza, según informa Al Jazeera. Este movimiento forma parte de un plan impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump que busca el desplazamiento forzado de los residentes de la franja. Mientras tanto, las autoridades israelíes también se preparan para recibir los cuerpos de cuatro prisioneros israelíes que fueron capturados por la Resistencia Palestina en Gaza, como parte del acuerdo de alto el fuego.
La cifra de muertos palestinos sigue creciendo, con el Ministerio de Salud de Gaza confirmando al menos 48.271 víctimas, mientras que otras fuentes como la Oficina de Medios del Gobierno Palestino estiman que la cifra total asciende a más de 61.000, debido a la cantidad de cuerpos aún sepultados bajo los escombros. Por otro lado, la crisis humanitaria en Gaza se intensifica debido a la falta de agua potable y la destrucción de infraestructuras, lo que ha permitido la proliferación de enfermedades infecciosas. La organización Oxfam ha alertado sobre un aumento alarmante de casos de diarrea acuosa y enfermedades respiratorias, que afectan principalmente a los niños, mientras que las autoridades locales luchan por hacer frente a la emergencia sanitaria.
A nivel internacional, la estrategia de desgaste humanitario del Estado de Israel sobre Gaza, con el claro objetivo de expulsar a los palestinos del enclave, sido objeto de controversia. Organizaciones humanitarias y países europeos han condenado las condiciones en las que los palestinos se encuentran, mientras que desde el gobierno israelí se defiende “la necesidad de garantizar la seguridad nacional”. Sin embargo, activistas y expertos de todo el mundo han denunciado un intento de limpieza étnica, criticando el respaldo de Estados Unidos y del Estado de Israel al desplazamiento masivo de los palestinos de Gaza.