Miles de personas se manifestaron el domingo en Casablanca (Marruecos) en protesta contra la nueva ley de huelga impulsada por el gobierno, que limita los mecanismos legales de movilización sindical. La convocatoria fue realizada por la Confederación Democrática del Trabajo (CDT), que también denunció el aumento del costo de vida y el desempleo. La movilización se produjo más de dos semanas después de la huelga general del 5 y 6 de febrero, en un contexto de creciente malestar social.
Según el diario argelino El Moudjahid, los manifestantes, llegados de distintas ciudades y regiones del país, corearon consignas contra el aumento de los precios y la precariedad laboral, además de criticar las dificultades impuestas a la actividad sindical. Un informe del Alto Comisionado del Plan de Marruecos alertó recientemente que más de 4,5 millones de ciudadanos están en riesgo de pobreza, con un impacto que empieza a ser significativo incluso en “la clase media”. La CDT ha calificado la nueva ley de huelga como un “ataque a los derechos laborales”, argumentando que su aprobación se produjo sin un diálogo real con los sindicatos.
La CDT sostiene que “millones de marroquíes carecen de seguridad social, pensiones y estabilidad laboral”, mientras que “los recursos públicos siguen beneficiando a una élite privilegiada”. La crisis económica y las restricciones a la protesta sindical mantienen la tensión en el país, con nuevos llamados a la movilización en el horizonte.