El precio del alquiler en Catalunya sube un 29% en una década, mientras los salarios crecen solo un 0,39%

El número de multipropietarios crece y el acceso a la vivienda se reduce para las rentas más bajas y la juventud.

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Foto: El País

Entre 2014 y 2023, el precio del alquiler en Catalunya aumentó un 29%, mientras que los salarios solo crecieron un 0,39% en términos reales, según datos del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) y la Encuesta Anual de Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE). En Barcelona, el alquiler subió un 37% en el mismo período, mientras que los sueldos crecieron apenas un 3%, según cifras del Ayuntamiento de la ciudad. Esta tendencia refleja una pérdida de poder adquisitivo para los inquilinos, quienes destinan una proporción creciente de sus ingresos a la vivienda.

El economista Josep Soler, de la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA España), atribuye esta situación a un modelo económico basado “en empleos de bajo valor añadido”. En recientes declaraciones al diario Ara, el economista señala que “durante estos años, en vez de aumentar los salarios, ha aumentado el número de salarios. Hemos optado por un modelo con sueldos bajos, lo que no reduce la demanda de vivienda, sino que la incrementa”. Según el INE y Eurostat, mientras el Índice de Precios de la Vivienda subió un 37,18% en Catalunya en la última década, los salarios apenas han variado, lo que sitúa al Estado español entre los países europeos con mayor brecha entre ingresos y coste de la vivienda.

Lejos de ser un simple desajuste entre oferta y demanda, el encarecimiento del alquiler responde a un proceso de concentración inmobiliaria y aumento de la demanda especulativa. Según datos de la Dirección General del Catastro, en 2006 el 67% de los propietarios en el Estado español tenía solo un inmueble, mientras que en 2024 ese porcentaje ha caído al 53%. En contraste, el grupo de propietarios con entre dos y cinco viviendas ha crecido del 31% al 42%, y aquellos con entre seis y diez inmuebles han pasado del 1,7% al 4,3%. Los grandes tenedores, con más de diez propiedades, han duplicado su proporción hasta el 1,1%; la mayoría personas jurídicas.

Este fenómeno responde a distintos factores, como el impacto de la crisis financiera de 2008, la facilidad de acceso al crédito en ciertos períodos y el papel creciente de las herencias. Según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España, el porcentaje de hogares que poseen su vivienda habitual ha caído del 80,7% en 2002 al 72% en 2022, mientras que los hogares con propiedades adicionales han aumentado del 29% al 46,8%.