El régimen de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), grupo armado heredero directo de Al Qaeda que controla partes del noroeste de Siria, ha emitido una directiva a través de su Ministerio de Defensa prohibiendo la filmación de detenciones, ejecuciones y operaciones militares realizadas por sus fuerzas. La nota, publicada recientemente, establece que está “terminantemente prohibido filmar detenciones o ejecuciones llevadas a cabo por grupos armados del ejército bajo pena de procesamiento”. Asimismo, se prohíbe “filmar cualquier bombardeo u operación de destrucción por parte de las filas del ejército”.
Esta medida se produce en un contexto de creciente violencia en Siria, donde en los últimos días se han registrado enfrentamientos con fuerzas leales a Bashar Al-Assad, pero sobre todo se han perpetrado cruentas ejecuciones sumarias que han afectado a diversas comunidades, incluyendo a minorías religiosas. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, cientos de civiles de la minoría alauita han sido asesinados en las provincias costeras de Latakia y Tartús durante tres días linchamientos perpetrados por parte de las “fuerzas de seguridad” de la nueva administración de Damasco, aunque se cree que pueden ser muchos más.
La prohibición de documentar gráficamente las acciones militares y de seguridad por parte de HTS podría dificultar la verificación independiente de las denuncias de abusos y violaciones de derechos humanos en las áreas bajo su control. Organizaciones internacionales han expresado su preocupación por la falta de transparencia y la posibilidad de que esta medida busque ocultar los crímenes de guerra que están sucediendo.