El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Organización Juvenil Socialista de Catalunya (OJS) organizó dos movilizaciones destacadas: una propia en Mataró a las 12.00 horas y un bloque que se había unido a la manifestación unitaria de Barcelona por la tarde.
En Mataró, más de un centenar de personas recorrieron las calles desde la estación de tren hasta la Plaza de Can Xammar para hacer un llamado a la organización de las mujeres trabajadoras contra el Estado y el capital. La manifestación incluyó un homenaje a Pepa Maca, militante y líder sindical de la CNT del municipio. Al final de la marcha, la portavoz de la OJS destacó la necesidad de “retomar el hilo rojo de la historia de las mujeres trabajadoras, porque la liberación de género no será posible dentro del sistema capitalista.”
Por la tarde, la OJS formó un bloque propio con cientos de jóvenes que recorrieron el centro de Barcelona hasta unirse a la manifestación unitaria a la altura de la Gran Vía. Las manifestantes corearon consignas contra el machismo, la LGTBIfobia y la reacción, subrayando que “el 8 de marzo también es lucha de clases.”
Contra la opresión de género, una alternativa socialista
Antes de la manifestación, la OJS realizó un acto político donde se destacó la necesidad de vincular “de forma indisoluble” la lucha contra la opresión de género con la lucha por el socialismo. El discurso recordó la creación del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, bajo propuesta de Clara Zetkin y aprobación de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, así como el legado de las líderes comunistas en la lucha por la liberación de las mujeres y de todo el proletariado. La OJS se comprometió a utilizar los aprendizajes históricos para reconstruir la lucha contra la opresión de género desde una posición socialista basada en el análisis de clase.
El discurso también destacaba que, “en un presente donde la burguesía promueve una agenda política reaccionaria para mantener sus intereses”, la tarea que les corresponde es clara: “construir un poder propio que barra el odio y nos permita erigirnos como una alternativa real a la miseria.”
La juventud trabajadora en primera línea
De acuerdo con la OJS, las convocatorias fueron “un éxito” y transcurrieron sin incidentes. La OJS ha reafirmado su compromiso de “estar en primera línea frente a la reacción,” con un “despliegue estratégico, táctico y organizativo”. Este compromiso también se ha convertido en un “compromiso con el futuro: el de recordarnos día sí y día también la necesidad de construir una alternativa al mundo de miseria que se nos impone, de derribar este mundo y construir uno nuevo. Por la emancipación de todas las mujeres proletarias y por la destrucción de toda opresión.”