El contratista militar alemán Rheinmetall ha superado en precio de mercado a Volkswagen, mostrando un cambio estructural en la economía alemana. Mientras el sector automotriz enfrenta una caída en la demanda y una creciente competencia, la industria militar se beneficia del aumento del gasto armamentístico en Europa. Según Fortune, la compañía está en proceso de adquirir la planta de Volkswagen en Osnabrück, con el objetivo de convertirla en una instalación de producción de tanques y otros sistemas militares.
Además de Osnabrück, Rheinmetall está reconvirtiendo otras dos fábricas automotrices en Berlín y Neuss para la fabricación de armamento, según informa Reuters. La expansión responde a la creciente demanda de equipos militares en Europa, impulsada por la guerra en Ucrania y la incertidumbre sobre el futuro del respaldo de Estados Unidos a la OTAN.
El CEO de Rheinmetall, Armin Papperger, declaró a Fortune que “la compañía busca aprovechar infraestructuras existentes para acelerar la producción sin los costes de construir nuevas instalaciones”.
Este fenómeno no es exclusivo de Rheinmetall. El grupo armamentístico KNDS ha adquirido recientemente una planta en el este de Alemania, anteriormente operada por Alstom, para la producción de tanques Leopard 2 y vehículos de combate Puma, según Deutsche Welle.
La tendencia indica una transformación profunda en la industria alemana sin precedentes en el siglo XXI, donde la inversión militar gana protagonismo en detrimento del sector automotriz, que enfrenta dificultades económicas y una transición incierta hacia el vehículo eléctrico.