Desde la madrugada del domingo, al menos 16 personas han sido asesinadas en Gaza como resultado de los bombardeos de las fuerzas israelíes, según informan fuentes médicas locales. Entre los objetivos atacados se encuentra el hospital Nasser en Khan Yunis, donde han los ataques han provocado la muerte de al menos dos personas, incluido el dirigente del Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, Ismail Barhoum.
Además, se ha reportado la muerte de un adolescente de 16 años y la destrucción de la sala de cirugía masculina del centro médico. Gaza enfrenta una crisis humanitaria agravada, con más de 50.000 muertes confirmadas desde el inicio de la ofensiva, según el Ministerio de Salud de Gaza, mientras que la Oficina de Medios del gobierno local eleva la cifra a más de 61.700, considerando a los desaparecidos bajo los escombros.
En paralelo, Estados Unidos ha intensificado su ofensiva en Yemen con ataques en distintas zonas del país. El Ministerio de Salud informa que al menos una persona murió y 15 resultaron heridas tras los bombardeos en la capital, Saná.
Otras incursiones estadounidenses han alcanzado las provincias de Saada y Hajjah, sin que hasta el momento se hayan precisado más detalles sobre las víctimas. Washington ha justificado estas operaciones como “respuesta a las acciones de los hutíes en el mar Rojo”, mientras que las autoridades yemeníes han denunciado las incursiones como una escalada en el conflicto regional.
Por otro lado, el gobierno de Jordania ha condenado la decisión del Estado de Israel de establecer una agencia gubernamental para gestionar el desplazamiento forzado de palestinos desde Gaza. En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores jordano calificó esta medida como “una violación del derecho internacional” y alertó sobre sus implicaciones humanitarias y políticas.
La decisión coincide con la aprobación de 13 nuevos asentamientos en la ocupada Cisjordania por parte del gabinete de seguridad israelí, lo que ha generado rechazo internacional sin contramedidas concretas.