El gobierno de Estados Unidos ha anunciado la imposición de un arancel del 25 % sobre todas las importaciones de automóviles, una decisión que ha generado críticas desde China. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun, ha declarado este jueves que “no hay ganadores en una guerra comercial y arancelaria” y que esta medida “viola las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, además de “afectar el sistema multilateral basado en normas”.
Según Guo, la decisión perjudicará “tanto a consumidores como a empresas de diferentes países”, sin aportar soluciones a los desafíos económicos de Estados Unidos. “El desarrollo y la prosperidad de un país no pueden lograrse mediante la imposición de aranceles”, afirmó el portavoz en una conferencia de prensa. China ha insistido en “la necesidad de cooperación económica y comercial basada en el respeto a las normas internacionales”.
El anuncio de Washington se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre ambos países, con medidas previas que han afectado sectores estratégicos como el acero y la tecnología. Pekín ha reiterado que tomará “todas las medidas necesarias” para defender sus derechos e intereses, aunque no ha especificado qué acciones podría adoptar en respuesta a este nuevo arancel.