Khaled Khaled, líder del Yihad Islámica Palestina (PIJ, por sus siglas en inglés) en Siria, y Abu Ali Yasser, responsable del comité organizativo del grupo en ese país, fueron arrestados el domingo por las nuevas autoridades de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), según fuentes gubernamentales sirias citadas por medios regionales. Ambos han sido acusados de “colusión con Irán”, en el marco de un aumento de las tensiones entre facciones armadas y la administración liderada por la coalición de salafiestas en el norte del país.
Las detenciones se producen tras una serie de medidas impuestas por el autoproclamado presidente de Siria Muhammad Al Jolani, que ahora se hace llamar Ahmed al-Sharaa, quien desde diciembre ha promovido el desmantelamiento de estructuras armadas de la Resistencia Palestina que operaban en territorio bajo su control. De acuerdo con fuentes citadas por Al-Mayadeen y The Cradle, estas presiones incluyen la entrega de arsenales, campamentos de entrenamiento e instalaciones militares. El exmiembro de Al Qaeda ha declarado públicamente que “Siria no debe ser una plataforma para ataques contra Israel”.
La detención de los dirigentes del PIJ coincide con recientes ataques israelíes contra instalaciones del grupo en Damasco y con la visita de representantes de la Autoridad Palestina a Siria. Según fuentes diplomáticas citadas por The Cradle, estos movimientos estarían relacionados con condiciones impuestas por Estados Unidos para aliviar sanciones, entre las que figura lo que ellos denominan como “combate contra el terrorismo”. En este caso, la punta de lanza en este este “combate contra el terrorismo”, paradójicamente, son los herederos directos de Al Qaeda en Siria.