El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, criticó este viernes la decisión de los servicios de inteligencia alemanes de clasificar al partido Alternativa para Alemania (AfD) como “extremismo de derechas”. “Alemania acaba de otorgar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición. Eso no es democracia, es una tiranía disfrazada”, afirmó Rubio en su cuenta de X (antes Twitter), según recoge la agencia EFE.
El funcionario añadió que “lo verdaderamente extremista no es la popular AfD —que quedó en segundo lugar en las recientes elecciones— sino más bien las letales políticas de inmigración de fronteras abiertas del ‘establishment’ a las que la AfD se opone”.
Horas más tarde, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, publicó un mensaje en términos similares, señalando que AfD es “el partido más popular de Alemania y, de lejos, el más representativo de la Alemania oriental”. Añadió que “los burócratas intentan destruirlo” y concluyó: “Occidente derribó conjuntamente el muro de Berlín. Y ha sido reconstruido: no por los soviéticos o los rusos, sino por el ‘establishment’ alemán”.
La decisión de clasificar a AfD como caso de extremismo fue tomada por la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV), agencia de inteligencia dependiente del Ministerio del Interior alemán. Según un comunicado oficial, el organismo llevó a cabo una revisión “exhaustiva y neutral” de un informe de 1.100 páginas, concluyendo que “la concepción étnica y basada en la ascendencia que prevalece en el partido no es compatible con el orden democrático básico”.
En las elecciones generales anticipadas del 23 de febrero, AfD obtuvo el 20,8% de los votos y ejercerá como principal fuerza opositora en el nuevo Parlamento, cuya actividad legislativa comienza la próxima semana.