Al menos 143 personas murieron el jueves 15 de mayo en ataques del Ejército israelí en la Franja de Gaza, según han informado fuentes médicas gazatíes a Al Jazeera.
Entre las víctimas hay menores de edad y pacientes que se encontraban en el centro médico al-Tawbah, en el campo de refugiados de Jabalia, donde testigos aseguran que fueron “despedazados” en los bombardeos.
El Ministerio de Salud de Gaza cifra ya en 53.010 los fallecidos confirmados y en 119.919 los heridos desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2025. Por su parte, la Oficina de Medios del Gobierno gazatí eleva la cifra de muertos a más de 61.700, incluyendo miles de desaparecidos bajo los escombros.
Los ataques se produjeron durante la conmemoración del 77º aniversario de la Nakba —la expulsión forzosa de más de 750.000 palestinos durante la fundación del Estado de Israel en 1948— y afectaron zonas residenciales en Beit Lahiya, Khan Younis y Ciudad de Gaza.
Al Jazeera informó que en Jabalia murieron al menos seis personas por un ataque aéreo sobre una vivienda, mientras que otros tres civiles fallecieron en el barrio as-Sultan, también en el norte.
Además, fuerzas terrestres israelíes cercaron refugios y obligaron a cientos de personas a huir. En la Cisjordania ocupada, el ejército israelí mató a cinco palestinos en Tammun.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, denunció la “indiferencia” internacional ante la muerte de 45 menores palestinos en solo dos días. “Más de un millón de niños en Gaza están en riesgo de inanición. Están privados de comida, agua y medicinas”, afirmó en sus redes sociales.
Paralelamente, un reportaje de Al Jazeera destacó la destrucción sistemática de infraestructuras hídricas palestinas y la ocupación de pozos por colonos israelíes en Cisjordania. Según Naciones Unidas, “ningún lugar es seguro” para la infancia en Gaza y urge un alto el fuego inmediato.