El Banco Popular de China (PBOC) ha recortado este martes sus tasas de interés de referencia por primera vez desde octubre de 2023, en el marco de una política monetaria expansiva para apuntalar la economía frente a la ralentización del consumo y el impacto de la guerra comercial con Estados Unidos.
La tasa preferencial de préstamos a un año (LPR) fue reducida en 10 puntos básicos hasta 3,0%, mientras que la de cinco años cayó al 3,5%, según informó el banco central.
Ambas tasas se sitúan ahora en su nivel más bajo desde la reforma del mecanismo de LPR en 2019, medida que influye directamente en el coste de los préstamos corporativos y las hipotecas.
Simultáneamente, los cinco principales bancos estatales —Industrial and Commercial Bank of China, Agricultural Bank of China, China Construction Bank, Bank of China y Bank of Communications— han reducido sus tasas de interés sobre depósitos entre 5 y 25 puntos básicos para distintos plazos, según reporta Reuters, citando datos de sus aplicaciones móviles.
Estas reducciones buscan aliviar la presión sobre los márgenes de rentabilidad de los bancos comerciales, que según datos oficiales se redujeron a un mínimo histórico del 1,43% en el primer trimestre de 2025.
“Una finalidad es reparar el margen de interés neto de los bancos comerciales y prepararse para el futuro”, explica Xing Zhaopeng, estratega senior de China en ANZ.
El recorte fue anticipado como parte de un paquete más amplio anunciado por el gobernador del PBOC, Pan Gongsheng, antes de las recientes negociaciones bilaterales con EEUU en Ginebra.
Sin embargo, economistas dudan que estas medidas sean suficientes para alcanzar la meta de crecimiento del 5% fijada por Pekín. “Creemos que será bastante desafiante lograr ese objetivo sin un paquete de estímulo considerable”, escribe Ting Lu, economista jefe de China en Nomura.
A pesar de la reciente tregua arancelaria de 90 días entre Pekín y Washington, los datos macroeconómicos siguen mostrando señales de debilidad: los precios de la vivienda se mantuvieron estancados en abril y los nuevos préstamos bancarios cayeron más de lo previsto.